Elogio de la biblioteca escolar

Diez años antes del mayo revolucionario, las únicas revoluciones que agitaban nuestra plácida vida escolar consistían en el reparto de la leche en polvo americana, el carro que una vez al año traía las roñas para alimentar la escuálida estufa de la escuela, y el polvo que, filtrándose por las mal machihembradas tablas del piso, …

Continuar leyendo…